A que no sabías que… la bufanda
es una de las prendas más versátiles, interesantes y antiguas de la historia.
La bufanda es una prenda complementaria del atuendo masculino y femenino,
utilizada para abrigar el cuello y que consiste en una pieza rectangular de
longitud variable. La bufanda clásica, una de las prendas más antiguas de la
indumentaria humana, ha sido generalmente de lana, de tejidos abrigados o
piel.
La bufanda femenina ha
evolucionado, en sus materiales y colores, de acuerdo con la moda y se ha
combinado generalmente con el abrigo o con otras prendas de la indumentaria. En
los años setenta Yves Saint-Laurent ideó unas bufandas larguísimas de lana a
juego con el jersey; en otros momentos se han puesto de moda para las mujeres
las bufandas clásicas de cuadros de los collages ingleses que originalmente
eran masculinas.
La bufanda masculina ha sido a lo
largo de todo el siglo XX más sobria e invariable en su diseño y normas
básicas. A la clásica bufanda de lana de cachemir (la más cara y elegante) para
el día, hay que añadir el uso de bufandas de seda para ocasiones especiales,
como la bufanda blanca de seda para la noche, complemento indispensable del
frac y el esmoquin hasta mediados del siglo.
La aparición de los jerseys de
cuello alto, en los años cincuenta, y la posterior utilización de abrigos
deportivos han relegado a la bufanda como un elemento casi de adorno a finales
del siglo XX.
La bufanda ha tenido
connotaciones de coquetería, al ser ligada a cierto tipo de intelectual o
artista que la utiliza aún sin hacer frío.
Actualmente la bufanda tiene
infinidad de usos, materiales y diseños tanto para hombres como para mujeres,
sigue presente en las pasarelas internacionales, y en los armarios de millones de
personas a nivel mundial sin importar su condición social o su cultura urbana y
jamás ha dejado de ser tendencia.